miércoles, 28 de mayo de 2014

Congenio.

            La vergüenza ajena nunca me había consumido tanto, sus indispensables hazañas mediocres me llevan a tomar el más rico de los baños… Mientras sus deliciosos nombres me los paso sutilmente por la equitativa variedad de carne que no tengo. La mirada manipuladora nunca los había engañado tanto. ¿Qué es la sinceridad? ¿En dónde está la sinceridad?. Diría algo muy cliché como: “El respeto se gana” o “Cada quién es dueño de la verdad”; pero mi distinguida paciencia es de esas tan precisas que la conveniencia se la podría fumar en 5 segundos. La pureza es eso hermoso que ya nadie tiene, la mirada es eso que ya todos pueden controlar y mi odio hacía lo injusto y lo conveniente desvanece porque la importancia ya no vale, mientras ellos hacienden con la cabeza, la sociedad se invierte y agrieta la esperanza, la esperanza de bailar libre, de bailar acompañada, de bailar en familia, de bailar; sólo bailar. 
                        Abrí el tapón y el agua corrió, sólo salió mugre, sólo mugre.
@ArianaSaavedra_

No hay comentarios:

Publicar un comentario